La miostatina es un factor de crecimiento que limita el desarrollo muscular. Originalmente, fue conocida como el factor 8 de diferenciación de crecimiento, el cual tiene un papel fundamental en funciones de crecimiento, diferenciación de los tejidos, regeneración y reparación de los mismos, y en el desarrollo embrionario.
La miostatina inhibe el crecimiento de los mioblastos mediante la inhibición de factores reguladores miogénicos. Diferentes estudios en ratones de laboratorio han mostrado que inhibiendo la actividad de la miostatina produce una hipertrofia muscular significativa y además, eliminando completamente la miostatina produce una hipertrofia e hiperplasia de las células musculares. Asimismo, esta hipertrofia muscular se acompaña de una reducción de un 40% de la grasa corporal.
En personas, el entrenamiento de fuerza muscular suprime la expresión de miostatina y permite a los músculos hipertrofiar. Los diferentes estudios sugieren que la inhibición de la actividad de la miostatina podría incrementar la masa muscular en humanos. Si esta hipertrofia de la masa muscular se traduce en la mejora de la marca deportiva no se conoce hasta la fecha. En ratones de laboratorio, a los cuales les faltaba el gen que regula la miostatina, la hipertrofia muscular reduce la capilarización muscular e incrementa la utilización del metabolismo anaeróbico, llegando los autores a concluir que podría tener efectos negativos sobre la capacidad física.
Recientemente, Amthor y col. (2007) han mostrado que la inhibición de miostatina incremento la masa muscular aunque la producción de fuerza fue afectada. Actualmente, no se conoce si los inhibidores de miostatina incrementan la marca deportiva en atletas; sin embargo, los estudios realizados en animales muestran que el incremento de masa muscular producido por la inhibición de la miostatina puede que no se traduzca en un incremento de la marca deportiva
El potencial de la inhibición de la miostatina como técnica de dopaje ha alertado a la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) y dicha agencia esta apoyando la investigación en el área del desarrollo de los inhibidores de la miostatina. Además, los inhibidores de la miostatina están incluidos dentro de la lista prohibida de sustancias prohibidas así como el dopaje genético.
Existen diferentes causas tanto biomédicas como comerciales para potenciar el desarrollo de medicamentos relacionados con la miostatina como por ejemplo, para el tratamiento de desordenes musculares, distrofias musculares, miopatías inflamatorias, atrofia muscular asociada con diferentes enfermedades y sarcopenia. Los tratamientos terapéuticos que estimulen el incremento de masa muscular sin la necesidad de realizar ejercicio podrían ser muy útiles para aquellas personas con movilidad limitada y que pasa periodos muy largos de encamamiento. Actualmente, hay muchas técnicas para inhibir la miostatina que están en proceso de investigación tanto en el área pre-clínicas como clínicas.
La miostatina inhibe el crecimiento de los mioblastos mediante la inhibición de factores reguladores miogénicos. Diferentes estudios en ratones de laboratorio han mostrado que inhibiendo la actividad de la miostatina produce una hipertrofia muscular significativa y además, eliminando completamente la miostatina produce una hipertrofia e hiperplasia de las células musculares. Asimismo, esta hipertrofia muscular se acompaña de una reducción de un 40% de la grasa corporal.
En personas, el entrenamiento de fuerza muscular suprime la expresión de miostatina y permite a los músculos hipertrofiar. Los diferentes estudios sugieren que la inhibición de la actividad de la miostatina podría incrementar la masa muscular en humanos. Si esta hipertrofia de la masa muscular se traduce en la mejora de la marca deportiva no se conoce hasta la fecha. En ratones de laboratorio, a los cuales les faltaba el gen que regula la miostatina, la hipertrofia muscular reduce la capilarización muscular e incrementa la utilización del metabolismo anaeróbico, llegando los autores a concluir que podría tener efectos negativos sobre la capacidad física.
Recientemente, Amthor y col. (2007) han mostrado que la inhibición de miostatina incremento la masa muscular aunque la producción de fuerza fue afectada. Actualmente, no se conoce si los inhibidores de miostatina incrementan la marca deportiva en atletas; sin embargo, los estudios realizados en animales muestran que el incremento de masa muscular producido por la inhibición de la miostatina puede que no se traduzca en un incremento de la marca deportiva
El potencial de la inhibición de la miostatina como técnica de dopaje ha alertado a la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) y dicha agencia esta apoyando la investigación en el área del desarrollo de los inhibidores de la miostatina. Además, los inhibidores de la miostatina están incluidos dentro de la lista prohibida de sustancias prohibidas así como el dopaje genético.
Existen diferentes causas tanto biomédicas como comerciales para potenciar el desarrollo de medicamentos relacionados con la miostatina como por ejemplo, para el tratamiento de desordenes musculares, distrofias musculares, miopatías inflamatorias, atrofia muscular asociada con diferentes enfermedades y sarcopenia. Los tratamientos terapéuticos que estimulen el incremento de masa muscular sin la necesidad de realizar ejercicio podrían ser muy útiles para aquellas personas con movilidad limitada y que pasa periodos muy largos de encamamiento. Actualmente, hay muchas técnicas para inhibir la miostatina que están en proceso de investigación tanto en el área pre-clínicas como clínicas.